Finanzas integradas: cuando las transacciones irrumpen en las plataformas de la vida cotidiana
La creciente inclusión de productos financieros en aplicaciones móviles y plataformas de tiendas se ha transformado en una fórmula para agilizar el e-commerce.
Por: Juan Pablo Escobar | Publicado: Domingo 10 de noviembre de 2024 a las 21:47 hrs.
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En un mundo cada vez más digitalizado, las empresas buscan sacar provecho de las nuevas tecnologías para potenciar sus servicios. A raíz de ello, la tendencia de avanzar hacia finanzas integradas ha aparecido con fuerza en las estrategias de crecimiento.
Esto hace referencia a productos financieros que están introducidos computacionalmente en plataformas, servicios o experiencias de otros rubros, y que pueden ser ofrecidos directamente desde bancos o fintech.
Un ejemplo de finanzas integradas son las billeteras digitales,las cuales en 2023 ocupaban el tercer lugar a nivel mundial como medio de pago online preferido en varios servicios, por detrás de las tarjetas de débito y crédito, según datos PaySafe.
“Están en crecimiento por la digitalización y la necesidad de mejorar la experiencia del usuario en diversas industrias. La capacidad de integrar estos sistemas directamente en plataformas de pago digitales o aplicaciones móviles facilita una adopción masiva”, explicaron el CEO y la directora administrativa de la empresa de servicios de datos AlfaLytics, Tiago Alves y Eliana Pastrano.
Una tendencia global
Las finanzas integradas son un fenómeno que va al alza a nivel mundial. Según estimaciones de la consultora Grand View Research, el tamaño del mercado global de estos servicios llegó a US$ 83 mil millones en 2023, y se proyecta que crezca a US$ 588 mil millones a 2030. Esto se debe “a la creciente prevalencia de los smartphones y del acceso a internet a nivel mundial”.
A ello se le añade el atractivo que tienen las finanzas integradas para las empresas. “Cada vez más firmas no financieras integran servicios como seguros, pagos y tarjetas prepagadas directamente en sus operaciones. Esta convergencia permite ofrecer una solución financiera más completa, sin requerir licencias bancarias tradicionales”, afirmaron desde AlfaLytics.
Un país donde las finanzas integradas han tenido un crecimiento importante es Estados Unidos. Según la consultora McKinsey, los ingresos de las finanzas integradas del país llegaron a US$ 20 mil millones en 2021, con la proyección de duplicarse en los siguientes tres a cinco años.
Un ejemplo de finanzas integrada sen el país norteamericano es Pro Card, una tarjeta de débito de Mastercard que anunció Uber a inicios de año, en asociación con la cadena de servicios financieros Evolve Bank & Trust. Este producto está integrado en la aplicación de la empresa de transporte Uber, y permite a los conductores agilizar los pagos de los viajes, entre otros beneficios.
La situación en Chile
A diferencia del crecimiento global que experimenta el mercado de las finanzas integradas, en Chile esta tendencia no se ha masificado.
Según el senior manager en asesoría tecnológica de PwC, Samuel Ovalle, estos productos existen desde hace tiempo en nuestro país, pero la diferencia con otras economías como EEUU está en la regulación de las entidades relacionadas con los servicios financieros. “Se necesita poder equiparar la cancha con normativas para que nuevos actores entren a competir proporcionalmente”, mencionó.
“Si se amplía la mirada a los otros tipos de servicio que no sean de crédito o microcrédito (por ejemplo) se pueden ver fuertes limitaciones regulatorias, con una serie de condiciones que solo empresas grandes puede llegar a cumplir”, explicó, por su parte, el ejecutivo senior de TI de PwC, Pedro Capó.
En nuestro país, el tipo de finanzas integradas más común es aquella relacionada con el pago en el e-commerce, muestran datos de AlfaLytics. Según McKinsey, estos productos se asocian con “el movimiento de dinero, desde aplicaciones o software no bancarios”, y son facilitados directamente por fintech o bancos.
Un ejemplo de este producto lo ofrece Global66, una compañía chilena de software que provee una billetera digital donde se puede retener y recibir dinero en diferentes divisas.
Sin embargo, también existen otros tipos de finanzas integradas, como los de préstamo y seguro. Un ejemplo de la primera alternativa es la asociación de la fintech mexicana R2 con el servicio chileno de pago TUU, para sacar TUU Crédito, que ofrece préstamos a pequeñas y medianas empresas que sean usuarias.
Un ejemplo de la segunda opción es la fintech Embed X, que integra seguros y garantías en el e-commerce.
Desde PwC, Ovalle y Capó identificaron cuatro claves en el mercado chileno de finanzas integradas: experiencia del consumidor, confianza en los servicios, instantaneidad de los procesos y capacidad de adaptabilidad de los proveedores al cambio.
El socio líder en tecnología de PwC, Pablo de Uría, proyectó un crecimiento del mercado de finanzas integradas en Chile, pero con cautela: “No tengo tan claro cómo la Ley de Protección de Datos Personales va a condicionar la proliferación de estos productos. Tiene que haber datos financieros para que existan las finanzas integradas, y esa es información que no será tan fácil de obtener”.